


Susy Diaz, exhuberante vedette de los 90, decidió postular al Congreso de una manera muy singular: Pintándose el trasero con el número trece. Y lo logró.Más de trece mil votos la encumbraron como madre de la patria, dejando entrever que cuando se utiliza el ingenio, las propuestas, por más locas que parezcan, pueden calar y salir airosas.
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